¿Ministerio de Justicia o Ministerio de la Discriminación?

 
Tomás Pérez Vior a 19/4/2013

Excmo. Ministro de Justicia D. Alberto Ruiz-Gallardón:

De nuevo nos dirigimos a usted como máximo representante del Ministerio de Justicia, donde protegen las agresiones, torturas, detenciones ilegales, manipulación de pruebas, etc. Como anteriormente fue informado, no le cuento dos veces la misma historia, otro cuento nuevo es que las administraciones tienen la obligación de contestar a todos los escritos, muy posiblemente se les olvidó decir que las clases más bajas están excluidas de lo mencionado, esto no es nuevo es la realidad, la supuesta justicia y los medios de comunicación públicos están para proteger y distorsionar la realidad, muy posiblemente con el objeto de que a aquellos que viven ampliamente de las arcas públicas no peligre su bienestar.

Las personas que con sus impuestos sostienen el nefasto sistema público, que usted discriminó principalmente a las clases más desfavorecidas de la sociedad, al aumentar las tasas de la supuesta justicia, esta se utiliza de forma recaudatoria, debería cambiar el nombre y ponerle “Ministerio de la Discriminación”este es el nombre real que le da la mayoría de españoles.

Le cito, las graves violaciones, realizadas por los servicios públicos y que su ministerio permite y protege, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos firmado en el año 1948 Artículos violados: 1, 2, 3, 5, 7, 8, 9, 10, 12, 30, no cabe duda de la discriminación de este país.

Los procesos judiciales una vez que un juez admite pruebas irregulares supuestamente se paralizan por carecer de validez, esta es otra estrategia para los que viven de los impuestos, porque a las personas de pocos recursos se les vulnera, permite que les vulneren los derechos y buscan la manera de arruinarlos con otros procesos ilegales, al ser el primero ilegal, burlando todos los derechos, muy posible con el objeto de arruinar a las familias, de este modo trascurre el plazo de hacer justicia dejando agresores y torturadores libres por ser funcionarios y salvar la supuesta honradez del nefasto sistema en el que incluyo el de justicia.